24 de agosto de 2011

El estramonio, planta mortal

Las plantas en la brujería medieval
Dada la actualidad de la noticia sobre el fallecimiento de dos jóvenes en Getafe (Madrid) tras la ingestión de estramonio (Datura stramonium) nos ha parecido de interés informaros algo más sobre esta planta que ocasionalmente provoca alguna muerte por el desconocimiento de sus propiedades tóxicas.
Textos extraídos de la obra Las plantas en la brujería medieval. Propiedades y Creencias. Premio PRISMA de divulgación científica 1998.

"...Produce una modificación de la consciencia y de la percepción tan extremas que conduce a la pérdida total de contacto con el entorno del sujeto. Una persona experta puede aplicar cantidades tales que produzca desvarios temporales e incluso locura permanente, y por eso esta planta ha entrado en la práctica de la brujería (FURST 1992). La cantidad de 30 o 40 g basta para provocar la muerte de un individuo adulto. Menores dosis puede provocar parálisis del sistema nervioso. Los efectos secundarios incluyen sequedad e irritación en las mucosas, visión borrosa, retención urinaria, severas alucinaciones, fuertes convulsiones que pueden desencadenar en muerte y amnesia que puede durar desde varias horas a varios días (OTERO 1997).

Al parecer —según cuenta la doctora Pamela Grim— fumar semillas de esta planta puede ocasionar visiones que hacen ver gente menuda (duendes) (GRIM 1998).

Homero nos relata cómo la hechicera Circe obsequia a los compañeros de Ulises con un brebaje compuesto de queso, harina, miel fresca y vino de Pramnio, a todo lo cual había mezclado drogas encantadas, destinadas a hacerles olvidar su patria. Y apenas hubieron bebido aquella mezcla envenenada, los tocó en la cabeza con una varita y los encerró en pocilgas transformados en cerdos. Es posible que las drogas de Circe tuvieran relación con algún tipo de Datura: el delirio de origen atropínico que pueden provocar estas plantas deja al individuo en óptimas condiciones para ser susceptible de hipnosis, en este caso provocada, como L. GlL (1969) ha sugerido, por el toque "mágico" de la varita de la hechicera.

Datura stramonium

El nombre de estramonio procede del antiguo (1265) estremonia, que significa brujería o magia, ya que los hechiceros se valían de esta planta para producir alucinaciones, y hubo una época, durante la Edad Media, en la cual el estramonio era el veneno favorito. Los indios se servían de esta planta, amalgamada con tabaco, para robar a los viajeros y violar impunemente a las mujeres. La procedencia de este vegetal ha sido siempre muy discutida.

Desconocida en la antigüedad clásica, la hipótesis tradicional, que mantiene todavía alguna autoridad (REUTTER 1923), la considera originaria del mar Caspio e introducida durante la Baja Edad Media en Europa, desde donde pasó a América. Varios autores europeos del siglo XVI hablaron de stramonia y de pomum spinosum, términos que opinaban correspondían al estramonio. Sin embargo, se ha demostrado después que, al menos, la stramonia de Matthioli (1548) es el metel (Datura metel L.); esta especie, de origen asiático, común en los jardines italianos del Renacimiento, fue descrita por Cristóbal de Acosta bajo el nombre de "burladora" en su Tratado de las drogas medicinales de las Indias Orientales (1548).

Dos estudiosos del tema, Safford y Wein, concluyeron que el estramonio era de origen mejicano y que había sido introducido en Europa a través de España hacia 1577; por lo tanto, las citas anteriores a esta fecha no pueden pertenecer a D. stramonium sino a alguna especie similar como D. metel. Josep María Fericgla destaca la importancia de este hecho, señala:

... de ser cierta esta hipótesis, deberíamos concluir que el consumo de estramonio se difundió con una extraña y extraordinaria rapidez por toda la cultura popular y magia europea. ... Si realmente se trata de una planta americana llevada a Europa durante los primeros viajes trasatlánticos en la época de colonización, implicaría que en Europa existía una red de intercambio de conocimientos sobre enteógenos mucho más sólida y eficaz de lo que hoy se supone.


Datura sp.
Autor: Ilustraciones de Gustav Pabst.
Obra: Medizinal Köhler-Pflanzen.

Por el año 1680, cuando los ingleses invadían Norteamérica, los soldados de Jamestown, Virginia, prepararon un banquete y utilizaron para las ensaladas esta planta. Después de comerla, sufrieron grandes alucinaciones y quedaron fuera de circulación durante varias horas (GRIM 1998)..."

"...Otra vez recurrimos al ya citado Giovanni Battista Della Porta, que nos narra cómo en el año 1589 existía una pócima basada en beleño, mandragora, estramonio y belladona. Esta pócima servía:

Para hacer creer que un hombre se ha transformado en un pájaro o una bestia..., el hombre siente a veces que se convierte en pez y aleteando con los brazos se echa a nadar en el piso; a veces parece que salta para volverse a hundir otra vez. Otros creen que se convierten en un ganso, y comen hierba y pisotean la hierba con sus dientes como un ganso.

El estramonio también se empleaba, según cuentan las hechiceras de Italia, para, tras atraer con sus artimañas a los viajeros a sus campamentos y hacerles tomar un polvo compuesto de esta planta (Datura stramonium) mezclada con queso, transformarlos en bestias de carga que usaban para llevar su equipaje. Una vez acabado el viaje, las hechiceras los devolvían su forma primitiva. Otros autores aseguran que esta hierba pudo ser la famosa "hierba de los vértigos"; que, según Homero, proporcionaba una droga la cual, la citada diosa Circe, daba a los hombres para transformarlos en bestias (RIVERA/OBÓN DE CASTRO 1991; BARLOY/EHRHARDT 1968; NOEL 1991).

Como llevamos observando casi desde el principio de la obra, el estramonio fue ampliamente utilizado en el campo de la magia. Esta planta era por ello conocida como "hierba de los brujos", lo que nos indica su importante relación con hechiceros y brujas que la empleaban con profusión en la confección de innumerables pócimas y filtros de efectos hipnóticos. Es hierba "mágica", pues contiene dentro de su composición química hiosciamina y escopolamina, principios activos que actúan sobre el sistema nervioso vegetativo y central, provocando midriasis —dilatación anormal de la pupila con inmovilidad del iris— y alteraciones en el ritmo cardíaco y el aparato digestivo..."


3 de agosto de 2011

La madre de todas las zanahorias. Revista Quercus Nº 306

Las inflorescencias de la zanahoria silvestre Daucus carota subsp. carota atraen a gran cantidad de insectos, lo que asegura su polinización a cambio de pequeñas recompensas.

Planta de gran envergadura y llamativas inflorescencias, la zanahoria silvestre confiere carácter a cunetas y eriales. A pesar de su gran abundancia, nadie parece relacionarla con el origen de nuestra bien conocida hortaliza.

Las personas versadas en asuntos hortícolas suelen sorprenderse de encontrar zanahorias silvestres en cualquier cuneta descuidada. Pero los rasgos de la planta son evidentes: porte orgulloso y señorial –como sabiendo que proviene de una larga estirpe–, hojas finamente recortadas y de delicado aspecto, tallos elegantes y, sobre ellos, abundantes agrupaciones de minúsculas florecillas. Todo recuerda a una planta bien conocida de nuestras huertas y la coincidencia no es casual. Aunque con ligeros cambios, forma parte de una de las dinastías más fecundas de nuestra civilización: la zanahoria.

A la hora de establecerse, sin embargo, no tiene unos requerimientos tan regios, ni mucho menos. Más bien al contrario: cunetas, eriales y escombreras serán su reino habitual por toda la Península, aunque también prospera en las áreas templadas de los cinco continentes. Aparece tanto en dunas costeras como en áreas de montaña, desde la orilla de los ríos hasta los terrenos más secos y pobres. Una amplitud ecológica que ha sido posible a su enorme variabilidad, pues es una de las especies de mayor complejidad taxonómica de toda la familia de las umbelíferas. Su diversidad genética queda patente con la existencia de once subespecies sólo en la península Ibérica (1).

Fueron los árabes quienes introdujeron el cultivo de esta hortaliza en Europa y dejaron su impronta en su nombre castellano más conocido, pues es bien sabido que “zanahoria” proviene del árabe “safunariya” (2).

Otras denominaciones locales tienen el mismo origen: acenoria, azanario, safanoria, sinoria, zanayo, zanhori, zahanoria y cenoria. En cuanto al nombre científico, Daucus carota, el genérico es el término latino que sirve para designar a la zanahoria (daucus), mientras que el específico (carota) proviene del griego karoton, que significa “color azafrán”, por el color de su sabrosa raíz.



2 de agosto de 2011

La deliciosa verdolaga. Revista Quercus Nº 305

Podemos encontrar verdolagas Portulaca oleracea
en cualquier rincón de pueblos y ciudades,
incluso en los alcorques de los árboles. Al tratarse
de una planta anual, será patente desde la primavera hasta
que lleguen los primeros fríos.



La abundancia de la verdolaga en caminos y cultivos, siempre ligada al hombre, se debe a las abundantes adaptaciones que posee para enfrentarse a otras plantas competidoras.

La verdolaga (Portulaca oleracea) quizá sea una de las hierbas mejor conocidas, tanto en ambientes urbanos como agrícolas. Casi podríamos considerarla una planta doméstica, pues siempre aparece ligada al hombre.

Su abundancia como adventicia allí donde existen cultivos, sus conocidos valores alimenticios o sus buenas propiedades curativas son cualidades reconocidas en cualquier región española. Pero, a pesar de su abundancia, no es originaria de nuestras latitudes y, aunque sería complejo determinar su procedencia, ciertos autores sitúan su origen en África o Asia (1). En la actualidad, tiene una distribución sub-cosmopolita, ya que se reparte por las zonas templadas y subtropicales de todo el planeta.

Buena muestra de su fama es la cantidad de nombres populares con la que se conoce en la península Ibérica. En castellano el más empleado es “verdolaga”, aunque existen otros más curiosos como “nunca-muere”, “lengua de gato” o “engaña-gochos”. En Cataluña cuenta con una denominación similar, “verdalaga”, pero también se conoce como “ensiam de patena”. Los más empleados en el País Vasco son “ketorkia” y “getozka” y, por último, en Galicia y Portugal se denomina “baldroaga” o “beldroega”.

El nombre genérico, Portulaca, proviene del latín portula (“puertecilla”), y se refiere a la apertura por donde el fruto libera las semillas (2). Este mismo término da origen al nombre de la familia Portulacaceae. En cuanto al nombre específico, oleracea, alude a su uso tradicional como verdura.