Feria de Plantas de Colección. Gaujacq. Francia

El fin de semana del 10-11 de Octubre se celebró en los jardines del Chateau de Gaujacq, muy cerca de Bayona, la Feria de Plantas de Colección organizada por ASPECO (Asociación de Viveristas Franceses de Plantas de Colección). Una vez más no decepcionó.

Los expositores son muy específicos, encontrando viveros de gramíneas, vivaces, variedades de granadas e higueras, camelias, rosas, crasas, semillas, acacias, helechos, carnívoras, cítricos, siemprevivas, tomates, iris, plantas mediterráneas, nenúfares, etc. Las colecciones son muy notables, muchos de los expositores hablan algo de español y agradecen que se les pregunte porque tienen muchas cosas interesantes que contar.

La planta no es barata pero son especies y variedades difíciles de localizar en nuestros limitados viveros nacionales.

El acceso a la fería se realiza por un estrecho paso ajardinado con pequeños puestos de participantes especializados a ambos lados, este reducido pasillo da pie a pensar que no será demasiado grande, pero al llegar al fondo, el corredor gira a la izquierda y conduce a una estancia del jardín más amplia con muchos viveristas. Es ahí cuando la sensación de espacio pequeño se evade y se convierte en una excitación incontrolable al descubrir que muchas de las plantas que están a la venta son variedades o especies desconocidas. La sensación de sorpresa y entusiasmo que nos ocasionó pronto se transformó en estrés y desesperación por conseguir todas aquellas plantas que desconocíamos, que eran muchas. Finalmente el raciocinio y especialmente el presupuesto nos condujo a una treintena de adquisiciones. Especies fascinantes que esperamos se adapten a nuestro jardín, cada vez más colmatado y nos permitan conocerlas con más detalle. Con estas nuevas compras hemos incrementado nuestras colecciones de Cistus, Lavandula y helechos.

Esta feria bien vale una visita por su interés, no sólo por la adquisición de plantas, sino por conocer nuevas especies y en especial por hablar con los viveristas que no ocultan sus conocimientos y experiencias, gente apasionada y muy cercana.

Nos resultó curioso comprobar que la mayoría de viveros especializados en plantas mediterráneas o de bajo consumo eran grandes conocedores de la flora ibérica, proporcionándoles una fuente inagotable de especies, completamente desconocidas para la mayoría de los viveristas españoles.

Sería interesante que los paisajistas empezáramos a demandar algo más que santolinas y romeros en nuestros proyectos para fomentar el uso de estas especies tan interesantes como poco conocidas.